Está de moda: Qué es y cuáles son las ventajas del calzado vegano
El veganismo es una tendencia al alza en las sociedades modernas, pero muchos desconocen que va más allá de la alimentación, aplicándose también a bienes de consumo ecológicos. Pero ¿cómo identificarlos correctamente?
Todos conocemos, en líneas generales, qué es el veganismo, según la Asociación Vegana de España: una filosofía y modo de vida que excluye “toda forma de explotación y crueldad hacia los animales”. Fue iniciado por Donald Watson en la década de 1940, yendo más allá del vegetarianismo, y promueve evitar el consumo de productos de origen animal en todos los ámbitos: la alimentación, el mundo laboral y educativo, el deporte, el cuidado personal o, por supuesto, la moda. Hoy en día, es un movimiento global; la ONU estimaba en 2019 que el número de personas veganas en el mundo era de 616.000.000, una cifra que sigue aumentando.
Centrándonos en la industria textil, muchos de sus productos utilizan componentes que dañan a los seres vivos: plumas, seda, pegamentos tóxicos hechos a partir de huesos… La lista es amplia. Por eso, existiendo la alternativa cruelty free (es decir, libre de crueldad), a través de materiales ecológicos y sin elementos dañinos para el medio ambiente o los seres vivos, ¿por qué no seguir esta tendencia ganadora y sostenible?
¿Por qué elegir un calzado vegano?
Un zapato hecho con materiales sin procedencia animal, en primer lugar, permite cumplir con la filosofía vegana, evitando dañar a los seres vivos. Además, estos productos son más duraderos, pues sus acabados incorporan costuras y refuerzos, evitando adhesivos efímeros. Es biodegradable y amistoso con la piel, especialmente en el caso de bebés y niños. Además, suele ser lavable, al contrario que el cuero. Muchos de nuestros pequeños son hipersensibles a los alérgenos, y las prendas con metales tóxicos como el cromo, el níquel o cobalto pueden ocasionarles problemas de salud.
Sin embargo, la alternativa ecológica fomenta la producción local, creando el círculo virtuoso de la sostenibilidad, además de favorecer a economías autóctonas y a los trabajadores. Al haber menor distancia entre el lugar de producción y el de venta, se reduce considerablemente la huella de carbono. Esta fabricación artesanal, con unidades limitadas, es una garantía de exclusividad. El producto es único, a la moda y adaptable a los usuarios.
Hay muchos materiales que pueden sustituir a la piel y otros componentes animales: las fibras vegetales (algodón, lino, yute, caucho, corcho), las fibras sintéticas (de poliéster, serratex, velcro, spandex), e incluso materiales tan sorprendentes como el bambú, los neumáticos reciclados o los posos de café. En este sentido, son útiles las recomendaciones de PETA; también debemos aprender a detectar falsos zapatos ecológicos, que prometen no estar compuestos de piel, pero que emplean componentes como pegamentos de origen animal, o minerales dañinos el ser humano.
Pequeño gran bienestar
En el caso de Kikü, especializados en calzado infantil, nuestros productos siempre intentan cumplir con estas premisas. Se elaboran tradicionalmente, con mucho amor, en la Comunidad Valenciana, principalmente mediante materiales de origen vegetal, mineral o sintético de gran durabilidad que puede triplicar la del calzado de piel, más caro y difícil de mantener. Los acabados incluyen casi siempre costuras y refuerzos, sin pegamentos y ¡con un “cool”!
En Kikü nos preocupa el bienestar de los nenes, por eso ofrecemos productos transpirables, antibacterianos y resistentes; pueden limpiarse a máquina sin desteñir. Gracias a nuestra calidad, sostenibilidad y valores, hemos obtenido diferentes certificados de reconocimiento internacional. Y es que, mediante el calzado vegano, podemos fomentar un consumo responsable con la naturaleza y los animales, además de ahorrar dinero y problemas en la dermis de nuestros niños. Por si esto no fuera poco, nuestros diseños son tan sofisticados como bonitos. ¡El límite es la imaginación!
Todos los comentarios