Centrándonos en la industria textil, muchos de sus productos utilizan componentes que dañan a los seres vivos: plumas, seda, pegamentos tóxicos hechos a partir de huesos… La lista es amplia. Por eso, existiendo la alternativa cruelty free (es decir, libre de crueldad), a través de materiales ecológicos y sin elementos dañinos para el medio ambiente o los seres vivos, ¿por qué no seguir esta tendencia ganadora y sostenible?
¿Por qué elegir un calzado vegano?
Un zapato hecho con materiales sin procedencia animal, en primer lugar, permite cumplir con la filosofía vegana, evitando dañar a los seres vivos. Además, estos productos son más duraderos, pues sus acabados incorporan costuras y refuerzos, evitando adhesivos efímeros. Es biodegradable y amistoso con la piel, especialmente en el caso de bebés y niños. Además, suele ser lavable, al contrario que el cuero. Muchos de nuestros pequeños son hipersensibles a los alérgenos, y las prendas con metales tóxicos como el cromo, el níquel o cobalto pueden ocasionarles problemas de salud.
Sin embargo, la alternativa ecológica fomenta la producción local, creando el círculo virtuoso de la sostenibilidad, además de favorecer a economías autóctonas y a los trabajadores. Al haber menor distancia entre el lugar de producción y el de venta, se reduce considerablemente la huella de carbono. Esta fabricación artesanal, con unidades limitadas, es una garantía de exclusividad. El producto es único, a la moda y adaptable a los usuarios.
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